En 2003, junto a mi amigo Fausto Cárdenas, inicié una comunidad de Java en Lima, Perú. Al principio, éramos solo nosotros dos, sin un lugar fijo para reunirnos. Comenzamos en mi pequeña oficina, que había alquilado como parte de mi emprendimiento, y más adelante los miembros de la comunidad comenzaron a ofrecernos espacios en sus empresas para las reuniones.
Aunque nuestro esfuerzo fue constante, las empresas casi nunca mostraron interés en apoyarnos o patrocinar este tipo de iniciativas. Sin embargo, ser parte de la comunidad tuvo un impacto increíble en nuestras vidas: nos ayudó a encontrar mejores trabajos, a expandir nuestras redes de contactos y, en mi caso, a impulsar mi emprendimiento Joedayz.pe, ya que las personas comenzaron a conocerme y algunos incluso participaron en mis cursos.
A pesar de los logros, también enfrentamos desafíos. Algunas personas y comunidades que se consideraban más "técnicas" nos criticaban duramente, lo cual me afectó mucho. Dejé de dar charlas en Perú por miedo a cometer errores y ser juzgado. Esa inseguridad me mantuvo alejado de algo que siempre me había apasionado.
Todo cambió cuando asistí a mi primer JavaOne en São Paulo, Brasil. Fue una experiencia transformadora: empresas apoyando, salas llenas de participantes emocionados, y ponentes de altísimo nivel. Me sentí como un niño en una tienda de helados, rodeado de todo lo que me apasionaba. Esa experiencia me mostró lo que nuestra comunidad podría llegar a ser.
Aunque mi inglés no era bueno, logré hacer algunos contactos, y un par de esas conexiones se han mantenido hasta hoy. Mirando hacia atrás, me siento orgulloso de lo que construimos, incluso con todas las dificultades, porque marcó una diferencia real en la vida de muchos.
Después de eso, tuve la oportunidad de asistir a mi primer JavaOne en San Francisco, Estados Unidos. Allí hice muchos amigos latinos, ya que no hablaba nada de inglés. Fue una experiencia arriesgada, pero al final logré hospedarme con un amigo peruano, Jens Alejos, quien me ayudó a sobrevivir en ese entorno desconocido. No entendía las charlas, pero me las ingeniaba para recopilar información: revisaba todos los tweets, diapositivas y códigos QR que compartían, y luego los difundía con nuestra comunidad.
Gracias a esto, nuestro JUG comenzó a tener contenido de calidad y a generar más expectativas. Al establecer más conexiones, invité a varios de ellos a participar en charlas en Lima, Perú. Con el tiempo, logramos que hasta ocho Java Champions, Oracle Directors y líderes de JUGs nos visitaran. La gente en Perú pudo experimentar un poco de lo que nosotros vimos en Estados Unidos.
Lamentablemente, no hemos podido repetir algo similar. La pandemia cambió muchas cosas, y, por razones que aún no entiendo, seguimos sin contar con el apoyo de empresas locales. En 2024 parecía que tendríamos un gran evento en un local de la PUCP en San Miguel, pero nos cancelaron el lugar tres semanas antes. No tuvimos otra opción que alquilar un espacio pequeño, lo que hizo que el único patrocinador que teníamos se molestara y dejara de apoyarnos.
Quiero contar todo esto para que sepan que, a pesar del hate y de la falta de patrocinadores, siempre hemos tenido el objetivo de compartir con la comunidad experiencias y conocimientos de personas talentosas, tanto nacionales como internacionales. En lo personal, esto me ha ayudado a construir mi marca personal, conseguir trabajos remotos, y hoy, incluso, formar parte de Oracle Perú.
¿Seguiré en la comunidad? Por supuesto que sí, hasta que mi salud me lo permita. Me imagino a mí mismo dando una charla a los 70 u 80 años sobre tecnología. Java seguirá vivo por mucho tiempo.
Quiero disculparme con los Java Champions y líderes de JUGs internacionales si alguna vez he parecido uraño o antipático. No es mi intención. Mi problema es que mi inglés hablado no es bueno; a veces no entiendo los acentos. Estoy trabajando en ello y espero que en 2025 puedan entenderme mejor. Si tienes algún consejo para mejorar esto, será bienvenido. ¡Y si quieres contar conmigo para trabajo remoto, mucho mejor, jajaja!
Tu amigo, JoeDayz, compartiendo algo de historia de PerúJUG.
Hoy estoy muy contento porque hay más chicos participando, más speakers y más colaboradores. Creo que, a mis 50 años, valió la pena no rendirme ni frustrarme. Estas son cosas que siempre he sabido superar para llegar a donde estoy. Me considero rico porque tengo una gran familia y amigos que me estiman.
Gracias a Dios por los padres que tuve, y espero terminar mi maestría este año en San Marcos.
José Amadeo Martin Díaz Díaz
P.D. See you in the next Java 2025 in San Francisco!!
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